H1> Home office: el arte de rockear en pantuflas

<p> Trabajar en casa siempre fue mi realidad. Por muchos años mi sueño fue poder vestirme para ir a una oficina llena de gente. No voy a mentirles, cada tanto sigo fantaseando con eso. Pero la verdad es que, no hay nada como la comodidad de casa.

<blockquote> Y no hay nada más satisfactorio que poder prescindir de una estructura externa para ser disciplinados: no necesitar pagar un gimnasio para hacer ejercicio, no necesitar tener un horario de trabajo para despertarnos temprano y no necesitar de una oficina para cumplir con nuestros deberes.

<p> De la cama al living, el hogar está repleto de tentaciones. Por eso a continuación, les dejo lo que desde mi experiencia son, los mejores tips para hacer home office:

 

1. Ponte un horario de trabajo

<p> Cuando trabajamos en una oficina, sabemos que a determinada hora debemos retirarnos, y por lo tanto, intentamos cumplir con nuestros deberes para ese horario. Cuando trabajamos en casa, a menos que debamos enviar un trabajo a cierta hora, no tenemos el apuro de cerrar la computadora a las seis en punto de la tarde.

<p> Esto puede parecer un beneficio, al principio. Nos da la flexibilidad de dormirnos una siesta o tener un almuerzo extendido, dado que nuestra lista de cosas que hacer nos da un mayor plazo de tiempo. Sin embargo, lo recomendable es ponernos un horario como si trabajáramos en una oficina. Determinar una hora para finalizar con todas las tareas del día. Esto nos permite aprovechar el tiempo con mayor eficiencia y poder tener algunas horas libres al final del día.

2. Quítate el pijama

<p> Es entendible estrenar el primer día de home office disfrutando de nuestro hoodie con orejas de conejo. Pero un día es más que suficiente. Es fundamental salir de la cama y arreglarnos dignamente antes de sentarnos a trabajar. ¡Por supuesto que podemos optar por ropa comfy que con la que iríamos a la oficina! Pero no arreglarnos por varios días puede ser causante de una significativa baja de autoestima y a su vez, puede ser tremendamente desalentador, haciéndonos sentir como si no tuviéramos un propósito en la vida. No importa si no vamos a estar en contacto con otra gente. Nuestras manos, pelo y cara deben estar perfectos como si fuéramos a salir, dado que no lo hacemos por el otro: lo hacemos por nosotros.

3. Trabaja en el lugar indicado

<p> Con el lugar indicado me refiero principalmente a una posición vertical. Nada de trabajar entre las sábanas. Generalmente se recomienda evitar el lugar donde dormimos. Para hacer que nuestro tiempo sea de suma productividad debemos sentarnos en una mesa con una silla cómoda y buena luz, evitando pararnos constantemente sin motivo. Eso se llama procrastinación. También debemos evadir los espacios sociales de nuestras casas donde podamos ser constantemente distraídos por ruidos o personas. Quienes viven con nosotros deben respetar que, a pesar de no estar en una oficina, estamos cumpliendo con un horario de trabajo. Trabajar en el sillón es un pequeño lujo que nos podemos dar estando en casa, siempre y cuando no seamos susceptibles a caer en la tentación de dormir una profunda siesta.

4. Establece el horario de tus comidas

<p> En casa, la distracción por excelencia es ir a abrir la heladera como si desconociéramos lo que hay dentro y comer por aburrimiento. En la oficina, eso se reduce a un coffee break, que no es solo más saludable, sino más eficiente. La clave para trabajar en casa es tener horarios establecidos para las comidas. De esta forma, evitamos el tour a la heladera.

5. ¡Disfruta de los placeres de trabajar en casa!

<blockquote> Aprovechar para aplicarnos una máscara facial hidratante, hacerle a nuestro cabello un nutritivo baño de crema, ponernos música, tomar una empoderante power nap de 20 minutos, tener los pies descalzos o cocinarnos algo rico a la hora del almuerzo, son algunos de los placeres máximos de trabajar en casa que no afectan el flow de un día de trabajo productivo.

 

The Strawberry Blonde