¿Existe algo mejor que enamorarse?

Desvelarte por la noche, olvidarte que la vida sigue, y aún así, sentirte más viva que nunca.

Hay algo insaciable en el sentimiento; cierto placer en esos pensamientos que dan vueltas y vueltas. ¿Qué hace latir al corazón así para hacer bailar a tantas mariposas?

Qué mágico, pensar en esa persona o proyecto que tanta pasión te despierta.
Que tu mente se escape, en cada rinconcito de tiempo que encuentra, a soñar despierta y preguntarse: ¿qué más es posible?

Tal vez, de quien en verdad te enamoras, es de ti misma. De lo que una persona o proyecto hace florecer en ti, o de cómo tu rostro se ilumina cuando sintonizas con tu versión más elevada.

Es un salto de fe. Dejar de lado el miedo y permitir que te invada el sentimiento;
dejarte transformar. Tener la consciencia de que todo es fugaz, pero también la valentía de vivir el presente a flor de piel, sabiendo que la vida se mide por la cantidad de veces que nos quitan el suspiro.

Entregate a tu placer, a tu pasión; conectá con tu belleza y con tus dones.
Animate, enamorate, porque no existe nada mejor.