Unidos por el tango
Son pocas las veces que algo me “vuela la cabeza”, pero cuando me pasa, nunca dejo de compartirlo en mi blog.
El pasado jueves 23, dos grandes talentos uruguayos se unieron para homenajear los cien años del reconocido tango “La Cumparsita” de Matos Rodríguez en la sala principal del Teatro Solís. Celebrando sus quince años, la firma local Ana Livni expuso su nueva colección, acompañada por Luciano Supervielle en el piano. Ambos artistas se inspiraron en el tango y, convivieron en el escenario bailarines que danzaban con modelos que lucían la línea de indumentaria.
El escenario estaba intervenido con textiles casi invisibles sobre los cuales se proyectaron texturas. Este juego de luces le dio a la puesta en escena un halo de magia digital de gran impacto visual.
TangoTex fue el nombre con el que bautizaron este distinguido evento que dejó al público sin palabras. Las modelos desfilaban y posaban con clásicas poses de tango, por momentos, los bailarines las acompañaban en su caminata y por otros quedaban solos bailando una versión contemporánea del género musical agasajado. Otro de los momentos destacados fue cuando la diseñadora Ana Livni terminó de vestir a las modelos sobre el escenario simulando el backstage.
Una hora antes de la función, L’Oréal París recibió a importantes personalidades locales y a los medios de prensa en un salón del teatro. La firma francesa de cosméticos junto a HSBC Premier presentaron este evento que contó además con el apoyo de los Fondos de Incentivo Cultural, de Altavista Lab & Trend y de la Comisión Internacional de Apoyo al Tango.
El sello distintivo, la perfección de sus prendas y la impronta local de Ana Livni hacen de sus colecciones algo único. Su filosofía slow fashion es siempre algo a destacar y, la nueva colección es rica en cortes, estampas, plisados, bordados, volúmenes, colores y diversos textiles. Es muy meritorio como la firma logra hacer convivir tantas técnicas y recursos en tanta armonía. Sin embargo, utilizar esta cantidad de variantes es sin duda lo que hace a su producto una propuesta siempre tan diferente que, en lo personal, me fascina.
Ir a ver un desfile de Ana Livni es de por sí una experiencia enriquecedora, ir a escuchar a Supervielle es algo mágico e ir a ver tango al Solís es siempre una ocasión especial pero, la fusión de estas tres cosas, fue más de lo que el público pudo esperar porque, como dicen, “el todo es más que la suma de las partes”.
