Carta a mis lectores

Celebrando los cinco años de TSB

Hoy, hace dieciocho años mi mamá me regaló un libro con páginas en blanco y una majestuosa tapa titulada “Camila’s Magic Fairy Tales” porque quería ser escritora. Un día como hoy hace cinco años, mi novio Horacio me regaló este blog para mi cumpleaños, porque aún quería ser escritora.

The Strawberry Blonde comenzó siendo mi maestro de redacción, con el tiempo devino la mejor vidriera de mi trabajo y, hace una vuelta al sol con el lanzamiento de mi podcast, se convirtió en la mejor excusa para poder conversar con las personas que más admiro en la industria de la moda. También fue la musa de The Meeting, mi primer pop up de autor y uno de los desafíos más grandes de mi vida profesional.

Tener un blog es una experiencia que le recomiendo a todo aquel que sueñe cada tanto con hacerlo. Te enseña cosas que no se pueden enseñar, pero sí aprender. Como a escribir, a indagar en las profundas aguas de los códigos web o a descubrir qué cosas despiertan tu verdadero interés.

La semana pasada una lectora me preguntó cómo hacía para ser constante. Creo que la constancia llega cuando hacemos lo que realmente nos apasiona (aunque mi sol en Virgo también contribuye). Sin embargo, en mis momentos menos motivantes, mágicamente siempre recibo algún mensaje de alguna seguidora diciéndome lo mucho que le gustó un podcast o una nota. Ese es sin duda el estímulo más grande de mi constancia: saber que detrás de cada palabra que escribo van a ver ojos que disfruten de leer.

Hoy, 15 de septiembre, celebro mis veinticinco años y los primeros cinco de The Strawberry Blonde. Gracias a todos los que me acompañan día a día en este universo creado para ustedes, con tanto amor.

Camila Galfione

Foto de portada por mi querida amiga Rossina Abril.